miércoles, 15 de junio de 2011
A diferencia de las heroínas, la mayoría de los galanes consagrados está en actividad en la televisión nacional y todo indica que no habrá descanso para ellos en la grilla. Con el final de “Malparida”, Raúl Taibo parece ser el único que todavía no tiene a la vista su regreso a la pantalla, mientras Gonzalo Heredia prepara una nueva ficción para la temporada 2012, esta vez acompañado por Celeste Cid.
Luciano Castro en llamas para “Herederos...”, cada vez más musculoso y más dispuesto a desvestir a Romina Gaetani en esos encuentros que disparan el rating hasta ubicar a la tira en lo mas visto de su franja.
“Los únicos” también juega fuerte con la artillería de galanes, Mariano Martínez, Nicolás Cabré y Nicolás Vázquez mediante, con apuestas que difieren en los perfiles pero mantienen a los personajes dentro de los contornos reconocibles de los seductores de la historia.
Y Pablo Echarri, que sobrevive a las mujeres locas que lo rodean en “El elegido”, la novela que lo vio debutar como productor en Telefé y que lo presenta como el varón intenso de peinado impecable y amores contrariados.
Mientras tanto, Facundo Arana afila el lápiz para su vuelta a Telefé, junto con Julieta Díaz en el protagónico de “Cuando me sonreís”, con estreno previsto para la segunda mitad del año y para ocupar el lugar que dejará vacante el final de “Un año para recordar”.
Allí encontramos a Gastón Pauls, en su regreso al rol que lo vio nacer, en contrapunto con otro aspirante a galán que todavía no consigue popularidad suficiente para sostenerse solito: el chileno Gonzalo Valenzuela (más conocido por sus problemas matrimoniales con Juanita Viale que por sus dotes actorales).
En el mismo elenco también entró hace poco Pablo Rago, en órbita lejana desde hace tiempo de los papeles de conquistador.
Lindos, imperecederos y aptos para todo público, los galanes argentinos se reciclan con el tiempo y se ponen mejores. A Raúl Taibo le llego el Martín Fierro por su personaje en “Malparida” en su quinta década de vida y cotiza como el favorito de varias generaciones de admiradoras.
Para mirarlo mejor
Otro que pisa los 50 y sigue en actividad volcánica es Gabriel Corrado, con todas las marcas del héroe y acopiando herramientas para seguir en el podio de los protagonistas. Por estos días prepara su vuelta en un unitario que todavía no definió canal ni título, pero que se llamaría “Luxo” y emitiría un canal panregional del cable básico y uno de televisión abierta nacional.
Se trata de una ficción de acción, suspenso, romance e intrigas y que lo pondría en pantalla junto con un elenco que completan Laura Azcurra, Emme, Lorenzo Quinteros, Gino Renni y José Luís Gioia, entre otros. “No es una telenovela sino una serie semanal, con varios géneros en la trama, con toques de comedia, suspenso, acción, drama”, explica el actor.
“Luxo” sigue la historia de Marcos Vega, dueño de una agencia de servicios de alto nivel que gestiona pedidos especiales de millonarios, como podría ser organizar una cena debajo de la Torre Eiffel, por ejemplo. “Es un relacionista público para gente de mucho dinero. Se vincula con poderosos y en medio de todo esto se ve involucrado en un crimen”, adelanta Corrado.
Está entusiasmado, la posibilidad de un protagónico con otras marcas que no sean las del seductor heroico de telenovela lo ilusiona.
“Para mí, cada personaje es un mundo nuevo y trato de encontrar cosas que le pueda poner. Cuando recibís una historia te vas imaginando cómo podría ser. Marcos Vega tiene poder porque tiene contactos muy influyentes, es un tipo muy político en la manera de manejarse, está siempre bien con todo el mundo, muy manipulador también, seductor, verborrágico, es un personaje fuerte y muy interesante, con varios frentes abiertos, la mujer alcohólica”, sigue.
El libro es de Carlos Wasserman y la dirección, de Juan Pablo Martínez Kolodziej.
Héroe con contradicciones
El Marcos Vega que prepara para “Luxo” no es el muchachito impecable que siempre rescata a la chica, sino un hombre común, real, casado con una mujer alcohólica a la que ama y padre de una adolescente que le complica un poco el transcurrir.
“No hago un galán clásico de novela, es un personaje más tridimensional, al que le pasan cosas distintas y me encanta eso. No es una historia de telenovela. Lo que más me gusta de esto es hacer lo que tengo ganas. Está buenísimo que haya galanes de todas las edades y no me quiero despegar de eso, no me interesa, porque es un nombre que me encanta, me siento Batman, Superman”, define Corrado.
El rol no es etiqueta y asumirlo abre puertas más que cerrarlas. “No se trata de despegarse del galán o de buscar no hacerlo. Yo soy actor, es mi realidad y como actor tengo la posibilidad de hacer lo que quiera. No me siento encasillado. Es uno el que se encasilla. Podría esperar a jubilarme de galán y hacer siempre esos roles. Hace muchos años que protagonizo lo que hago, y en un formato como la telenovela el protagonista siempre es un galán, el héroe.
En “Malparida”, mi personaje era villano pero también era galán, un seductor, de hecho se la curtía a Renata. Lo interesante es que no era el bueno, sino un tipo jodido, maquiavélico, que mataba. Siento que voy buscando cosas que me entusiasmen, que me divierta hacer. Cuando no aparecen, hago otras cosas, como el trabajo con mi productora”. Los Andes