¿El beso del final?
“Herederos de una venganza”. Romina Gaetani y Luciano Castro grabaron la escena que podría cambiar esta historia.
Diez de la mañana. El termómetro pasa los 31 grados, pero acá están ellos, Romina Gaetani y Luciano Castro, impecables. Ella con vestidito sexy color crema, zapatos con plataformas, y una risa sonora que resuena por todos lados; y él, con pantalón de traje y camisa blanca. Están en un bote, pero no se fueron de picnic, sino que graban una escena clave de Herederos de una venganza (El Trece, a las 22.50). Sí: después de tres meses con la telenovela en el aire, se viene el momento que todos los fans esperan: el primer beso de sus personajes, Mercedes Leiva y Antonio Puentes.
Volvamos a la escena. Ahora este precioso predio ubicado en Pilar, donde generalmente se organizan eventos, se vuelve alguna parte igualmente bella de Vidisterra. Un grupo de asistentes descarga de un camión decenas de plantas y cañas que darán un marco perfecto a cada toma. Y eso que el predio es enorme, la laguna inmensa y hay árboles altos y de verdad (¡qué buena la sombra!) por todos lados. Ahora sí, ¡grabando!
Luciano simula remar y un asistente, tirado de cuerpo entero en el borde del lago, que es de agua potable, mueve el botecito ayudando a simular el movimiento. Ella, entonces, le pregunta coqueteando, ¿llegamos?
Y ahí se viene el beso nomás, que se verá en el capítulo del martes próximo. Pero, para que nadie pida otro, y para que los seguidores de esta pareja puedan aguantar las ganas hasta quién sabe cuándo sea el beso siguiente –ay, los caminos de los buenos culebrones son impredecibles- también habrá un beso muy romántico entre ambos, en medio de un puente de hierro abandonado.
“Llegamos a esta instancia de milagro, porque Mercedes y Antonio se vienen conteniendo mucho y pasando muchas dificultades”, cuenta en un alto de la grabación Romina Gaetani, refugiada en el motorhome. Y sigue: “Acá ellos se fugan. Hubo un par de situaciones, yo me estaba por casar... El ir reconociéndonos a medida que nos vamos diciendo la verdad, mirándonos a los ojos, nos ayuda a expresar lo que sentimos. La decisión de irnos hizo que llegáramos a este beso”.
Todo muy lindo. Pero se sabe que en un pueblo manejado por una temible logia, donde es moneda corriente que corra la sangre de sus habitantes por razones que ni ellos saben, donde hay un novio que suponemos quedará despechado (Daniel Kuzniecka), y donde hay personajes de terror como Octavio (Rodolfo Ranni), habrá consecuencias. “Cada uno las va a vivir por su lado. Es que nos separamos inmediatamente y realmente mi personaje no sabe si nos vamos a volver a ver”, adelanta Castro. Y concluye: “Por supuesto, esto va a modificarnos para siempre y van a entrar otros personajes. Es muy atípico para el género lo que nos va a pasar. El reencuentro está por verse, así que no se puede adelantar nada más”.
Lo dicho: se viene el beso por todos esperado. Pero no será un hecho más en la historia sino que podría darle un gran giro. Le va a agregar todavía más sal, pimienta y nuez moscada.

Un escenario privilegiado

Jorge Bechara, el director de la telenovela que emite El Trece, pasa un dato interesante. “En este lugar ya grabamos otras cosas para la productora Pol-ka, y nos preocupamos mucho por cuidarlo. Aquí hicimos la escena de “Malparida” en la que Renata (Juana Viale) tiraba el cuerpo de su padre al lago, o las mujeres de “Amas de casa desesperadas” arrojaban al agua un cofre... Pero no se ve igual, porque no repetimos los lugares exactos ni los ángulos que toma la cámara”.Сlarin.com,23.03.2011