El romance de Ivan Noble y Romina Gaetani
noticiaya.com, 23 agosto, 2012

Comenzaron a circular fuertes rumores de la nueva relación entre Romina Gaetani e Ivan Noble. Los vecinos del barrio de Palermo aseguraron en varis oportunidades que los vieron juntos caminando de la mano y muy felices. El amor habría llegado a los corazones de Ivan y Romina.
Por el momento ninguno de los dos protagonistas confeso el romance, pero algunos íntimos aseguran que durante los últimos meses el noviazgo entre ellos habría crecido a tal punto de tener una relación mas que de amistad.

Romina Gaetani: "Solterísima y sin apuro"

Romina Gaetani, ahora. Se tiñó de rubio para hacer teatro en el San Martín (Gustavo Bosco/ Democracia)
03.10.2012  Сronica

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Luego de 15 años ininterrumpidos de hacer televisión, la actriz decidió este año parar la pelota. En diálogo con Teté Coustarot para el Semanario Democracia habló de este 2012, que la encuentra rubia para darle vida a su personaje de la obra "Recordando con ira" en el San Martín.

Romina Gaetani, dispuesta a transitar otros caminos que representen para ella un crecimiento diferente, comenzó el 2012 con un viaje por el Amazonas, México y Guatemala. “Dormí sola en el medio de la selva”, cuenta acerca de estas vacaciones que abrieron una nueva etapa en su vida. La valentía de haber tomado la decisión de prescindir de lo seguro, de escapar a lo rutinario, tuvo su premio: “Recordando con ira”, la pieza clásica de John Osborn que desde septiembre comenzó a protagonizar en el teatro San Martín.

“Hace tiempo que soñaba con hacer teatro y la posibilidad me llega con la obra que siempre quise hacer”, revela.

Para encarnar a Alison, su personaje, debió pintarse el pelo de rubio. Una de las actrices más bellas de la Argentina, confiesa que le gustan los cambios. Y se hace cargo de su sensualidad: “Después de volver a ver todos los capítulos de ‘Soy gitano’, entiendo por qué me llamaron de la revista Play Boy”.

–¿Qué significa para vos estar en el San Martín?

–Ideal. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer teatro, mucho. Me habían llegado propuestas pero eran bastante televisivas; yo hace 15 años que vengo haciendo televisión, gracias a Dios, sin parar. Estaba necesitando transitar otros caminos que representaran para mí un crecimiento distinto. Siento que con esta obra, “Recordando con ira”, me está pasando esto. La verdad que me llegó en el momento justo, en un año donde había decidido parar la máquina para pensar cómo seguir caminando.

–Es bueno eso; cuando uno para, los otros se enteran. A lo mejor, si hubieses estado ocupada no te llamaban.

–Pero también es bueno darse la oportunidad del cambio, es importantísimo me parece. De pronto tomar la decisión de no trabajar este año y no tener miedo de hacer algo distinto, estudiar, esperar la obra de teatro que llegó o el cine, que la verdad tengo muchas ganas de hacer. Todas esas cosas fueron llegando. El año lo comencé con un viaje maravilloso que hice sola, después de haber terminado de grabar “Herederos de una venganza” y los últimos capítulos de “El hombre de tu vida”, con Guillermo Francella. Amo la naturaleza y tenía ganas de escaparme; todos los años busco algún lugar que me conecte. Estuve por Cartagena de Indias, por el Amazonas, en Colombia.

–¿Cómo hiciste el recorrido por el Amazonas?

–En barco, en canoa o en esas lanchas colectivas que trasladan a la gente que trabaja o a las comunidades que están ahí y quieren ir a Leticia, la ciudad fronteriza entre Perú, Brasil y Colombia. Hay muchas comunidades que viven inmersas en el Amazonas, en la naturaleza… ahí estuve durmiendo yo, en medio de la nada.

–¿Dónde dormías?

–Son una especie de cabañitas que hay sobre el río, con lo necesario. A mitad de la noche te quedabas sin luz y podías salir con los lugareños a pasear en canoa, ir a lugares con una vista increíble.

–¿Cómo viene tu decisión de ser actriz? ¿Fue algo que heredaste o simplemente te gustó desde chica?

–Mi papá es un enfermo del jazz. Digo enfermo porque es de esos hombres que viven a través del jazz, incluso ha dado conferencias acá en el San Martín. Sobre mi mamá digo que es un ángel reencarnado. Se ha metido a ayudar en las iglesias, en las cárceles, intercambiando cartas con los presos desde un lugar de contención. Se involucró para que determinados barrios o municipios vayan para adelante. Es una mujer muy sensible. Ha tenido sus shows de folklore donde recitó poemas junto a Marta Peñaloza.

–¿Eso es lo que primero viene a tu cabeza cada vez que pensás en tu mamá?

–Sí, está muy presente eso y aún lo sigue haciendo. Ella es repostera y el otro día hizo una torta y la trajo al teatro para todos. Es una mujer que no para de dar. Puede ser que de esa conjunción de madre y padre hayan salido mis ganas de actuar. También considero que fui de estar siempre muy en una burbuja, desde muy chica.

–¿Por qué ese cambio de color en el pelo?

–Tiene que ver con Alison.

–¿Cómo te sentís?

–Me gusta cambiar.

–Dicen que la mujer tiene que ser rubia alguna vez en su vida. Te van a pasar otras cosas porque hay un registro de los demás hacia una rubia que es diferente.

–Lo escuché. Me pasa que voy caminando por la calle y siento que miran con más atención. Es muy llamativo. A mí me gustan mucho los cambios con la ropa, con el pelo; he estado morocha, colorada, me divierte mucho.

–¿Tu vida sentimental?

-Solterísima. Me estuvieron vinculando con Iván Noble, pero no, fueron todos inventos que la verdad me sorprendieron.

La nota completa la podés leer en la edición impresa de Democracia, que ya está en todos los kioscos.